Y por fin llega a nuestras manos. La tan aclamada obra de Shigeru Miyamoto está esperando en las tiendas desde este mismo día. Así llega Zelda: OoT 3D, remake de la versión original lanzada en 1998 para la mítica Nintendo 64, pretendiendo quedar en buen lugar frente al conocido como mejor juego de la historia.

Hoy, 17 de Junio, es un día en que se respira nostalgia por los cuatro costados. Todos aquellos que esperaban volver a ver las aventuras de Link a lomos de Epona, recorrer las fantásticas laderas de Hyrule de nuevo o escuchar las impresionantes melodías que nos acompañarán a lo largo de nuestro viaje, podrán ver su sueño hecho realidad. Una ración de valores que no tiene precio en un videojuego. El listón estaba alto, muy alto, pues era difícil que el remake superara al original, sin embargo, Nintendo ha demostrado que se puede conseguir hacer una remasterización en condiciones, capaz de dejar al público con la boca abierta.

A pesar de no haberlo jugado (en su versión para 3DS), las críticas que se ciernen sobre la red ya son muchas, tales como el gran uso que hace de la pantalla tácil, o que tiene el mejor efecto 3D visto hasta la fecha en cualquier título de 3DS. Eso, añadido a una serie de mejoras en la jugabilidad (se ha integrado de forma sublime al hardware de la portátil) que hacen más ameno el desarrollo del juego, acompañado por unos ligeros cambios argumentales que en ningún momento se hacen demasiado notables.

A nivel gráfico también se ha producido un avance palpable. Era de esperar pues nada menos que 13 largos años han transcurrido desde su primera aparición. Podréis notarlo en el follaje del entorno, en los efectos de iluminación y en todos los aspectos del juego en general (es más real, los elementos no son tan poligonales). No he podido evitar fijarme en que se ha añadido un nuevo elemento que antes era inexistente. Se trata de una especie de busto el cual nos ofrecerá ayuda para seguir avanzando en la aventura, eso sí, no nos dejará nada en claro. Las pistas que nos otorgue serán demasiado abstractas, por decirlo de algún modo, haciendo bastante difícil deducir qué debemos de hacer. En definitiva, pequeños pluses añadidos que dan un toque de aire fresco a esta nueva entrega, pero que nada influyen en la trama principal.

Recordemos que luego de acabar el juego, se desbloquearán una serie de modos especiales. Uno de ellos viene a ser el Jefes finales, en el cual tendremos que enfrentar uno a uno a todos los jefes que aparecieron durante la aventura. El otro es el tan aclamado Master Quest, el cual no sólo aumentará considerablemente la dificultad del juego, sino que además lo invertirá, haciendo que tengamos que volver a pasárnoslo en modo espejo (si han jugado algún Mario Kart sabrán de lo que les hablo). Si quieren más información al respecto, no duden en buscarla por Internet, pues esto no pretende ser un análisis del juego sino una llamada de atención para todos aquellos que hayan pasado por alto semejante acontecimiento.

Recuerden, si poseen una 3DS, tienen probablemente el mejor títilo disponible esperándoles en cualquier tienda. Si no han jugado nunca a OoT en su versión original, comprarlo es una obligación. Esperamos seguir disfrutando de la franquicia durante muchos años más, ¿y vosotros, trataréis de conseguirlo?